La limpieza de las piedras protectoras es esencial para mantener su energía positiva y su efectividad en la protección personal. En este artículo, te enseñaremos cómo limpiar tus piedras protectoras de manera efectiva.
- LIMPIADOR DE SUELO DE HG: El limpiador concentrado para suelos de mármol, granito y otros tipos de piedra natural restaura el brillo de las superficies y deja un aroma fresco a su paso.
- IDEAL PARA USO REGULAR: Su fórmula es suave con el mármol, la pizarra, el cuarzo y el resto de piedras calizas, por lo que se puede aplicar a tus suelos de forma habitual sin riesgo de dañarlos.
- ELIMINA GRASA Y SUCIEDAD: Este limpiasuelos para piedra natural restaura el brillo original del suelo a la vez que elimina manchas, suciedad incrustada, marcas, grasa y demás impurezas persistentes.
- FORMATO ECONÓMICO: Un litro del limpiador de piedra natural diluido en agua es suficiente para limpiar entre 25 y 50 m2 de suelo, por lo que tardarás más tiempo en tener que reponer el producto.
- FÁCIL DE USAR: Diluye el producto como se indica en las instrucciones de uso antes de fregar el suelo con él y deja secar de forma natural. Para eliminar capas de abrillantadores, úsalo sin diluir.
¿Por qué es importante limpiar las piedras protectoras?
Las piedras protectoras son conocidas por su capacidad para proteger a su portador de energías negativas y promover la positividad en su vida. Sin embargo, con el tiempo, estas piedras pueden acumular energías negativas que les impiden funcionar correctamente. Por eso, es importante limpiarlas regularmente.
¿Con qué frecuencia deberías limpiar tus piedras protectoras?
La frecuencia con la que debes limpiar tus piedras protectoras depende del uso que les des. Si las utilizas a diario, es recomendable limpiarlas al menos una vez a la semana. Si las usas con menos frecuencia, puedes limpiarlas cada dos semanas o una vez al mes.
¿Cómo limpiar tus piedras protectoras?
Existen varias formas de limpiar tus piedras protectoras. A continuación, te explicamos algunas de las más efectivas:
- Limpieza con agua: Coloca tus piedras protectoras debajo del grifo y deja que el agua corra sobre ellas durante unos minutos. Asegúrate de que el agua esté fría o a temperatura ambiente, ya que el agua caliente puede dañar algunas piedras. Una vez que hayas terminado, sécalas con una toalla suave.
- Limpieza con sal: Coloca tus piedras protectoras en un recipiente con sal marina y déjalas reposar durante unas horas. La sal absorberá las energías negativas acumuladas en las piedras. Una vez que hayas terminado, lava las piedras con agua fría.
- Limpieza con humo: Enciende una varilla de incienso o una vela y pasa tus piedras protectoras por encima del humo durante unos minutos. El humo eliminará las energías negativas acumuladas en las piedras. Asegúrate de que el incienso o la vela estén colocados sobre una superficie segura y de que estés en un lugar bien ventilado.
¿Cómo cargar tus piedras protectoras?
Después de limpiar tus piedras protectoras, es importante cargarlas para que recuperen su energía positiva. Aquí te dejamos algunas formas de cargar tus piedras protectoras:
- Carga con luz solar: Coloca tus piedras protectoras en un lugar donde reciban luz solar directa durante varias horas. La energía del sol recargará las piedras.
- Carga con la luna: Coloca tus piedras protectoras en un lugar donde reciban la luz de la luna durante toda la noche. La energía lunar recargará las piedras.
- Carga con cristales: Coloca tus piedras protectoras en un recipiente junto a cristales de cuarzo o amatista durante varias horas. Los cristales recargarán las piedras.